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La Directora de la Quinta de San Pedro Alejandrino y el Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo, Licenciada Zarita Abelló lamentó su deceso, destacando su saber sobre el prócer nacional.

Dragoneante Luis Eduardo Pinto Fuentes

Amable, jovial, buen amigo, un caballero… así será recordado el Dragoneante Luis Eduardo Pinto Fuentes, considerado como uno de los historiadores que más conocía sobre El Libertador Simón Bolívar, cuyo fallecimiento en la mañana de este jueves lamenta toda la familia de la Fundación Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo-Quinta de San Pedro Alejandrino.

Su memoria prodigiosa hizo posible crear alrededor del Dragoneante Pinto un imaginario especial, que no solo cautivaba, sino que permitía a sus compañeros y turistas llegar a la fascinación, por su entonación, elocuencia y la forma como detalle a detalle hablaba del gran héroe nacional: Simón Bolívar

Con su lamentable fallecimiento, la tristeza y el pesar embarga a historiadores, familiares, y  amigos;  sentimientos a los que también se unen los funcionarios del Monumento nacional, quien junto a su directora Licenciada Zarita Abelló de Bonilla recuerdan todo lo que aportó, no solo como miembro de la Policía Nacional, adscrito a este lugar histórico, sino como su guía insigne.

Fascinada con su capacidad de expresión, así lo recuerda con nostalgia la Licenciada Zarita Abelló, quien afirma “me asombraba su pasión por leer, su dedicación a estudiar la vida de Bolívar, sus batallas y personajes que lo rodearon. Él era una enciclopedia ambulante, el Dragoneante tenía la biblioteca más completa sobre El Libertador”.

Para quienes tuvieron la oportunidad de estar muy de cerca de ‘Pinto’ o ‘Dragoneante’ como cariñosamente lo llamaban inspiraba cariño, respeto y admiración, así los empleados del Museo,  quienes tuvieron la oportunidad de no solo conocerlo, sino compartir, aprender y debatir sobre el sentir bolivariano.

Aseguran que lo recuerdan  con mucho cariño, fue muy especial, un gran autodidacta del aprendizaje de la historia bolivariana, tenía una gran capacidad para leer y su memoria era sorprendente, de ahí sus cualidades para contar y

referir desde su estilo, la vida de El Libertador. Sin embargo, más allá del historiador, lo recordaran  por el buen ser humano, que había detrás de su uniforme,

Con más de 40 años al servicio de la Policía Nacional llegó en febrero de 1968 a Santa Marta y a la Quinta de San Pedro Alejandrino como Comandante de la Estación, que en ese entonces funcionaba en el Monumento, desde entonces y durante 36 años fue el guía insigne del lugar., compartiendo con personalidades, presidentes y turistas, quienes eran admirados por su tono y cualidades para contar la historia de Bolívar. 

Contaba que cuando llegó no sabía nada, pero fue tanto su interés que se motivó por conocer la vida del General, surgiendo la necesidad en él de conocer más sobre Bolívar y adquirir libros sobre su vida y obra.

Bogotano de nacimiento,  samario de corazón, pero ante todo un hombre, un gran historiador. Para quienes tuvieron la oportunidad de compartir con él les dejó una gran enseñanza como generación que no hay límites para aprender, pero ante todo a amar la historia y valorar esos personajes que hacen posible su realidad.

Muchos fueron los reconocimientos del Dragoneante Pinto la Gran Cruz de Bastidas; la medalla de servicios por 15, 20, 25, 30 y 35 años en la Policía Nacional; la de servicios distinguidos en categoría especial; la medalla del servicio distinguido del Ejército de Venezuela; la réplica de la espada del Libertador otorgada por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez; la Gran Cruz al mérito policial refrendada por el presidente Andrés Pastrana, entre otras condecoraciones y reconocimientos como el hacer parte de la Academia de Historia de la Policía, de la Sociedad Bolivariana del Magdalena, y fue distinguido Doctor Honoris Causa en Ciencias Sociales, por parte de la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla.

Pero quizás la distinción más gratificante para la familia de este Monumento de las naciones bolivariana fue el de tenerlo como guía, el relator, la voz… el Policía, quien con su rango de Dragoneante, vistiendo orgulloso su uniforme verde oliva, cuya arma era su particular ‘varita’, y con su entretenido acento, compartió minuciosamente la vida y obra de El Libertador en la Quinta de San Pedro Alejandrino. ¡Por siempre  Dragoneante Luis Eduardo Pinto Fuentes”.

La Fundación Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo-Quinta de San Pedro Alejandrino, su directora Licenciada Zarita Abelló de Bonilla, los miembros de su junta directiva, funcionarios y empleados lamentan su fallecimiento y expresan sus condolencias a sus hijos, nietos, familiares y allegados. Paz en su tumba.

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