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“Desconfío de las cosas estables”

El artista samario de mayor proyección nacional e internacional es el invitado especial este jueves 1 de octubre a inaugurar su más reciente propuesta plástica. Este lunes 28 tendrá una visita guiada especial desde las 3 de la tarde.

En manos del artista samario Rafael Gómezbarros está encriptado el arte real, simbólico y conceptual más representativo de la plástica nacional, quien con sus iniciativas llega al Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo Quinta de San Pedro Alejandrino para una vez más llamar la atención con su estilo y propuesta.

‘Desconfió de las cosas estables’, así se denomina la exposición que reúne tres series que retratan el miedo desde distintas perspectivas que se entretejen para formar una sola estructura: La estabilidad como entidad dudosa y desconocida que genera sospecha.

La exhibición se inaugura este jueves 1 de octubre desde las 7 de la noche y tendrá este lunes 28 como antesala una visita guiada especial por toda la exposición desde las 3 de la tarde.

‘Desconfío de las cosas estables’ de Rafael Gómezbarros es una muestra que integra la programación de la Fundación Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo Quinta de San Pedro Alejandrino que cuenta con el apoyo institucional del Ministerio de Cultura – Nacional de Concertación Cultural y la Alcaldía Distrital de Santa Marta.

Tres propuestas, tres momentos.

‘Somos Humanos’, ‘La desilusión de los ancianos’ y ‘Patronus’ integran las tres instalaciones de esta exposición.

Constituida por alrededor de 30 piezas de cerámica ‘Somos Humanos’ es una instalación compuesta por treinta piezas en cerámica que simulan ser columpios sostenidos por cuerdas fijas, en ambos extremos a un punto elevado con la intención especifica de soportar el peso de un sujeto. Las formas varían, se trata de manos y brazos entre lazados usados en primeros auxilios, para trasladar accidentados conocidas como camillas Humanas.

La segunda instalación compuesta por 50 piezas se denomina ‘La desilusión de los ancianos’ que inspira en unos de los símbolos más importantes de la postguerra, la representación icónica del deseo de una sociedad: La paloma de la Paz.

“El uso de este símbolo de paz se intensificó sobre todo en el siglo XX. Uno de los mayores responsables de que la paloma con una rama de olivo se reconozca como símbolo de paz fue el artista Pablo Picasso, quien hizo una serie de dibujos de palomas. Una de ellos sirvió para un cartel del Congreso Mundial por la Paz en 1949, después de la Segunda Guerra Mundial”.
Complementa la exposición la instalación ‘Patronus’ atrapados en un encantamiento de patrones, integrado por 35 cerámicas.

En el vocablo latino la palabra Patronus hace referencia a un conjuro o encantamiento que evoca una figura de tutor o guardián. De esta, se deriva el término Patrón, cuyo significado atiende a sucesos u objetos recurrentes, que en ocasiones se denominan como pautas o modelos. Los patrones de conducta son normas de carácter específico que sirven de guía para orientar la acción ante circunstancias específicas o la forma habitual de ver y reaccionar ante el entorno.

Los proyectos de Rafael Gómezbarros son interesantes porque se trata de series que trabajan la función artística en relación con lo político-social. Así lo reflexiona la Crítica Ana María Escallón quien dice que “son parte de un discurso encriptado en metáforas de la política. El arte contemporáneo es así, los artistas se comunican de una forma distinta”.

Gómezbarros, dice la experta Ana María Escallón, trata de explicar el mundo inútil de la venganza colombiana y sus consecuencias. “Porque le interesa la desilusión, la fuerza, la resistencia. Representar los límites extremos donde la fuerza tiene como contraposición a la fragilidad. Donde la ritualidad es parte de la magia de materiales nativos, como es la tierra, como es la fuerza de la naturaleza como parte de nuestra contradicción”.

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