Ceiba pentandra
También conocida como ceiba bonga, ceibón, o simplemente la ceiba.
Descripción general
La Ceiba pentandra es un árbol gigante, que puede alcanzar hasta 60 metros de altura, con un tronco masivo y recto que puede superar 3 metros de diámetro. Posee características raíces tabulares o contrafuertes (raíces aplanadas que emergen como alas del tronco), que le dan un aspecto monumental. Su copa es alta y esparcida, dominando visualmente el paisaje.
Sus hojas son compuestas digitadas, con entre 5 y 9 folíolos lanceolados. Produce flores blancas o rosadas de cinco pétalos y frutos en cápsulas leñosas que contienen semillas rodeadas de una fibra algodonosa llamada kapok.
Historia
Nativa de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe, la ceiba ha sido venerada desde tiempos precolombinos por diversas culturas indígenas, como los mayas y los pueblos caribes, quienes la consideraban el árbol sagrado que conecta el cielo, la tierra y el inframundo. En la cosmogonía americana, la ceiba es un símbolo de vida, protección y sabiduría.
En Colombia, especialmente en el Caribe y el Magdalena, es común encontrar una ceiba como árbol central en plazas, cementerios, patios de fincas o caminos rurales. En Santa Marta está presente en relictos y espacios educativos por su monumentalidad y valor cultural.
Propiedades especiales
- Gigantesca e imponente: Uno de los árboles más grandes de América tropical.
- Kapok o fibra de ceiba: Usada como relleno natural para cojines, chalecos salvavidas y colchones.
- Importancia ecológica: Hospeda una gran diversidad de fauna, incluyendo aves, murciélagos, epífitas, insectos y reptiles.
- Símbolo cultural: Árbol sagrado en muchas tradiciones indígenas, aún respetado y protegido en el presente.
- Tolerancia climática: Adaptada a climas cálidos y estaciones secas, aunque prefiere suelos profundos y bien drenados.
Dato curioso
La ceiba es tan sagrada que en muchos pueblos no se permite cortarla, y en otros se cree que proteger una ceiba protege al pueblo entero. En varios municipios del Caribe colombiano, la ceiba es punto de reunión para eventos comunitarios y ha inspirado mitos, canciones y leyendas populares, como la del espíritu que habita en su interior o la tradición de “saludarla” para que no se enoje.