Crateva tapia
También conocido como naranjuelo criollo, tapia, o simplemente cratavia en algunas regiones.
Descripción general
El Naranjuelo es un árbol mediano, de entre 8 y 15 metros de altura, con un tronco recto y corteza delgada, y una copa redondeada. Tiene hojas trifoliadas, es decir, compuestas por tres folíolos ovalados de borde liso. Las flores son grandes, vistosas, de color blanco a amarillento, con estambres largos de color púrpura o fucsia que se proyectan hacia fuera, lo que le da un aspecto exótico y atractivo.
Produce frutos globosos o elipsoidales, parecidos a pequeñas naranjas verdes, de ahí su nombre común. Al madurar, los frutos se vuelven marrones y se abren, dejando ver las semillas.
Historia
Nativo de América tropical, el Naranjuelo ha sido una especie tradicional en los bosques secos del Caribe colombiano, donde crece en suelo seco, pedregoso o arenoso, especialmente en zonas rurales o en márgenes de bosques. Ha sido valorado históricamente por sus usos medicinales, ornamentales y ecológicos.
Se menciona en algunos estudios etnobotánicos de la región por su vínculo con prácticas curativas tradicionales.
Propiedades especiales
- Usos medicinales: La corteza, hojas y frutos se usan tradicionalmente como diuréticos, antirreumáticos y para tratar infecciones urinarias.
- Floración llamativa: Sus flores atraen a abejas, mariposas y colibríes, siendo importantes en la polinización local.
- Adaptación al bosque seco: Crece con facilidad en zonas de alta insolación, sequía prolongada y suelos pobres, lo que lo hace ideal para reforestación ecológica.
- Sombra y restauración: Su copa amplia brinda sombra y mejora la estructura del suelo en sistemas agroforestales.
Dato curioso
Aunque se llama “naranjuelo”, sus frutos no son cítricos ni comestibles para humanos, pero sí muy apreciados por aves y algunos mamíferos frugívoros del bosque seco, como murciélagos. Además, en algunos pueblos del Caribe colombiano, se considera un árbol protector, y se planta cerca de casas para “refrescar el patio” y mantener alejados ciertos insectos por su aroma.