Muellera sanctae-marthae
Árbol endémico del Caribe colombiano, especialmente vinculado al bosque seco tropical de Santa Marta.
Descripción general
El Macurutú es un árbol caducifolio, que puede alcanzar entre 12 y 30 metros de altura. Su corteza es grisácea, con ramas que suelen crecer torcidas o colgantes. Las hojas están dispuestas alternamente, son compuestas y poseen entre 5 y 9 folíolos, suaves al tacto y sin vellosidad.
Las flores son cilíndricas y vistosas, con un cáliz de tonos rojo intenso a lila, y un pétalo principal grande de color rojo con una mancha amarilla. El resto de los pétalos también son rojos. Las anteras son amarillas y el ovario, verde con manchas rojas. El tallo de la inflorescencia puede ser morado o lila. Los frutos son verdes con pequeñas manchas amarillas, y contienen de una a cuatro semillas.
Historia
Es una especie nativa y emblemática de Santa Marta, presente en los relictos de bosque seco tropical que rodean la ciudad. Debido a su localización restringida, ha sido objeto de programas de conservación y restauración ecológica, y es símbolo de identidad local.
En el Jardín Botánico de la Quinta de San Pedro Alejandrino, es una especie destacada en los programas educativos por su rareza, belleza y valor cultural.
Propiedades especiales
- Especie endémica: Solo se encuentra en ecosistemas específicos del Caribe colombiano, lo que la hace valiosa para la conservación de la biodiversidad.
- Floración llamativa: Sus flores rojizas contrastan con la vegetación seca, atrayendo a polinizadores clave como abejas y mariposas.
- Adaptación extrema: Sobrevive en condiciones de sequía intensa, lo que la convierte en especie clave para restauración del bosque seco tropical.
- Valor paisajístico: Por su colorido y forma, se ha incorporado como elemento ornamental en zonas protegidas.
Dato curioso
El Macurutú es considerado el “árbol insignia” de Santa Marta, no solo por ser endémico, sino porque representa la resistencia ecológica del bosque seco tropical. Su floración ha sido descrita como un espectáculo oculto que marca el renacimiento del ecosistema seco tras la estación más dura del año.