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Boletines.

Boletin número 1.
S.E., llegó a esta ciudad de Santa Marta a las siete y media de la noche, procedente de Sabanilla, en el bergantín nacional “Manuel” y habiendo venido a tierra en una silla de brazos por no poder caminar, le encontré en el estado siguiente: Cuerpo muy flaco y extenuado; el semblante adolorido y una inquietud de ánimo constante. La voz ronca, una tos profunda con esputos viscosos y de color verdoso. El pulso igual pero comprimido. La digestión laboriosa. Las frecuentes impresiones del paciente indicaban padecimientos morales. Finalmente, la enfermedad de S.E me pareció ser de las más graves y mi primera opinión fue que tenía los pulmones dañados. No hubo tiempo de preparar un método formal; solamente se le dieron unas cucharadas d un elixir pectoral compuesto en Barranquilla. Santa Marta, Diciembre 1° de 1830, a las ocho de la noche.– REVEREND

La última enfermedad, los últimos momentos y los funerales de Simón Bolívar. © Próspero Reverend. Primera Edición Imprenta Hispanoamericana, París 1866. www.museobolivariano.org.co

Boletin número 2.
S.E pasó mala noche, desvelado y tosiendo, principalmente por la madrugada. Tuve más lugar de reconocer el temperamento del paciente, que se puede clasificar entre los bilioso – nerviosos. Además de tener el pescuezo delgado tiene también el pecho contraído, y agregando a estas señales la amarillez de su rostro, opiné que la enfermedad era un catarro pulmonar crónico, tanto más cuanto yo reparaba los esputos de color verdoso. Fue de la misma opinión el Dr. M Night, cirujano de la goleta de guerra “Grampus” de los Estados Unidos, que casualmente se hallaba en esta plaza. A las diez de la mañana conferenciamos el Dr. M Night y yo para arreglar un método curativo, y lo hicimos en estos términos: los remedios pectorales mezclados con los narcóticos y expectorantes, dando al mismo tiempo una pequeña dosis de sulfato de quinina para entonar el estómago. Por alimentos las masas de sagú, pollo y caldo. Santa Marta, Diciembre 2 de 1830, a las ocho de la noche.– REVEREND.

La última enfermedad, los últimos momentos y los funerales de Simón Bolívar. © Próspero Reverend. Primera Edición Imprenta Hispanoamericana, París 1866. www.museobolivariano.org.co

Boletin número 3.
La noche pasada fue un poco más tranquila, pero siempre con la tos y los mismos esputos. Es de advertir que S.E tiene mucha repugnancia para tomas los remedio y aún los alimentos lo que se puede atribuir a la desgana que tiene. También debe notarse que duerme solamente dos o tres horas en las primeras de la noche, y el resto lo pasa desvelado y como con pequeños desvaríos. El mismo método, y además el cuarto ventilado, procurando que el pecho y los pies estuvieran cubiertos. Santa Marta, Diciembre 3 de 1830, a las ocho de la noche.– REVEREND.

La última enfermedad, los últimos momentos y los funerales de Simón Bolívar. © Próspero Reverend. Primera Edición Imprenta Hispanoamericana, París 1866. www.museobolivariano.org.co

Boletin número 4.
La noche pasada no fue molesta: esta mañana hubo unos vómitos que S.E atribuyó a una taza de leche de burra, y no continuó tomándola. La misma tos, expectoración y desgana, con todo, el pulso parecido al natural, aunque por la noche se vuelve algo febril. Por la tarde estando presente el Dr. M. Night, se quejó S.E, de un dolor interno correspondiente al hueso esternón: se le aplicó entonces el emplasto de pez de Borgoña en la parte dolorido y se alivió bastante. Los demás, método y alimentos, lo mismo que en los días antecedentes. Santa Marta, Diciembre 4 de 1830, a las ocho de la noche.– REVEREND.

La última enfermedad, los últimos momentos y los funerales de Simón Bolívar. © Próspero Reverend. Primera Edición Imprenta Hispanoamericana, París 1866. www.museobolivariano.org.co

Boletin número 5.
La noche pasada no fue buena, y a pesar de seguir con los mismos remedios ya indicados, pasó el día más molesto que los antecedentes. El dolor del pecho le creció y se propagó en el costado derecho; también un poco de hipo; pero no causaba al paciente mucha molestia. El dolor del pecho se curó con una untura anodina, y mediante una píldora calmante se sosegó. El mismo método y los mismos alimentos. S.E volvió a la costumbre de encerrarse. En este día se pensó buscar en el campo n temperamento más fresco y más puro que el de la ciudad; el mismo paciente lo desea con ansia. – REVEREND. Adición: habiendo tenido que seguir en la goleta “Grampus” el Dr. M. Night de que es cirujano, yo me quedé solo encargado de la asistencia de S.E el Libertador. Santa Marta, Diciembre 5 de 1830, a las nueve de la noche.– REVEREND.

La última enfermedad, los últimos momentos y los funerales de Simón Bolívar. © Próspero Reverend. Primera Edición Imprenta Hispanoamericana, París 1866. www.museobolivariano.org.co